Griegos Micénicos

Ferdinand de Saussure

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Su contribución a la Lingüística sigue hoy vigente. Tengo que admitir que estaba bastante perdida en este campo hasta que encontré en expurgo en la biblioteca su libro «Curso de Lingüística General«. Si bien su contenido está en parte desfasado, me ayudó a ver de forma más «tangible» o mejor explicada la relación entre lo que tenemos en la mente y lo que tenemos en el mundo real. No es una gran forma de explicarlo por mi parte, lo sé. Sencillamente algo en mi cabeza hizo «click» cuando lo leí, y me ayudó a ver la materia de otra forma.

Aprender la relación (y la diferencia) entre significante y significado y todo lo que de ello deriva, el signo lingüístico etc, como te digo, cambió mi visión de las cosas.

De la misma forma, entender sus conceptos de sistema, objeto, tarea etc dentro de la Lingüística, y su manera de enfocarla formulando dicotomías: lengua/habla, diacronía/sincronía etc.

Te animo a que le eches un vistazo si te pasa como me ocurría a mí.

Mientras, te cuento un poco de este genio.

VIDA

Nacido en Ginebra, Suiza, en 1857 falleció en el mismo lugar en 1913. Pero no pasó allí toda su vida. Con 19 años, y tras haber cursado un año de estudios científicos por seguir la tradición familiar, se traslada a Leipzig a estudiar Sánscrito. Allí será donde se produzca el florecimiento de los Neogramáticos poco después (con Osthoff, Brugmann…). Pero sus primeras ideas no serían muy bien acogidas. Probablemente se siente minusvalorado, y tras presentar sus famosos trabajos «Memoria sobre el sistema primitivo de vocales en las lenguas indoeuropeas» (Leip. 1879) y su tesis doctoral «Sobre el empleo del genitivo absoluto en Sánscrito» (Leip. 1881) se traslada a París.

Allí es acogido con mucho más calor que en Alemania y continúa sus estudios de Sánscrito, Iranio y Filología Latina. Es profesor de Gramática Comparada y entra en la Sociètè de Linguistique. Publica prácticamente cada año y se codea con Meillet, Grammont etc. Pasa allí 11 años, hasta 1891.

Vuelve a Ginebra al no querer hacerse ciudadano francés, a una cátedra extraordinaria de Lingüística. Contrae matrimonio con Marie Faesch y con ella tiene dos hijos. En Francia le otorgan la distinción de la Legión de Honor.

En 1912 suspende sus cursos y se retira enfermo, aunque comenzando nuevos estudios y proyectos. Morirá en 1913 con 56 años.

Este último periodo de Ginebra es el más complicado en lo que se refiere a sus trabajos. Se adentra en el terreno de la Lingüística General, pero cada vez publica menos, deja de mantener contactos por medio de cartas y de dar conferencias. Se baraja bien que su deseo de perfección en lo que hacía se veía pisado por la enormidad del trabajo que tenía delante, bien la incomprensión de sus alumnos en tal empeño. Del periodo que va desde 1906 a 1911 son sus tres famosas conferencias dedicadas a exponer sus teorías sobre la Lingüística General.

OBRA

Sus teorías lingüísticas fueron más allá de su tiempo. Se adelantó de tal manera que en el siglo XXI seguimos utilizando el léxico que propuso para esta ciencia del lenguaje.

Su pensamiento fue precursor de lo que hoy conocemos como estructuralismo.

Sus términos fueron utilizados también en la Teoría de la Literatura (tan ligada en sus comienzos con la Lingüística), y se sirvió muchas veces de la Filosofía del Lenguaje y la Antropología, y al revés (pj. Lèvy-Strauss). Se aleja de aquella corriente de trabajo enfocada al parentesco entre lenguas y su historia. Por supuesto en su trabajo también se hallan influencias de otros intelectuales anteriores (Durkheim etc.). Comienza a diferenciar la Linguística Interna (la que se ocupa de estudiar las lenguas en sí mismas) y la Linguística Externa (se ocupa del componente social de las mismas).

En sus explicaciones se funden los términos puramente matemáticos, las explicaciones simples a medida de los iniciados e incluso dibujos ilustrativos. No dejó escrito apenas ningún texto sistemático con sus teorías, aunque como es bien sabido su Curso de Lingüística General (primera edición de 1916, Bally y Sechehaye, traducido al castellano en 1947 por Amado Alonso) fue construido con apuntes de alumnos y otras fuentes cercanas a Saussure. Más adelante han aparecido más textos manuscritos del lingüista que han ayudado a que nos podamos hacer mejor idea de su pensamiento: estaba preparando un libro que no pudo acabar sobre Lingüística General, pero le asustaba el tener que comenzar esta disciplina desde los cimientos.

Saussure era un hombre de ideas claras, pero sus manuscritos delatan una constante evolución en su pensamiento. Por ejemplo en lo que se refiere al signo linguístico. No era tan categórico en sus afirmaciones como aparecen en el Curso… No voy a explicar aquí todos los conceptos básicos que le debemos a Saussure, porque se pueden encontrar fácilmente en la red o en los libros que indico.

Sí me gustaría reproducir algún texto tanto del lingüista ginebrino como de Roland Barthes, que hagan un poco más evidente lo que tiene de filosófico la Lingüística, y al revés, su relación con la Filología y sentir la manera de pensar y de ver el mundo de estos genios. Porque no sólo de fríos resúmenes dogmáticos se alimenta la mente…

«Mirar la lengua y preguntarse en qué momento preciso tal cosa comenzó es tan inteligente como mirar el riachuelo de la montaña y creer que remontándolo se encontrará el lugar preciso en que tiene su fuente (…). Se puede discutir eternamente sobre este nacimiento, pero lo que mejor le caracteriza es que es exactamente lo mismo que su crecimiento.»

1(FdS. Fondo BPU 1996).

 

«Un rito, una misa, no son en absoluto comparables a la frase, ya que es sólo la repetición de una serie de actos. La frase es comparable a la actividad del compositor de música (y no a la del intérprete)»

1 (FdS. Fondo BPU 1996, sobre el lenguaje como institución social)

«(…) Hay que llegar a concebir (…) de qué manera pueden enunciarse contradictoriamente la profundidad y la ligereza del significante (…). Pues, por una parte, el significante no es profundo, no se desarrolla de acuerdo con un plan de interioridad y de secreto; pero, por otra parte, ¿qué se puede hacer con ese dichoso significante que no sea sumergirse en él, bucear lejos del significado, en la materia, en el texto? ¿Cómo puede uno hundirse en lo ligero? (…) ¿a qué sustancia podría compararse el significante? No al agua, por supuesto, ni siquiera al océano, ya que los mares no tienen fondo; más bien al cielo, al espacio cósmico, precisamente por lo que tiene de impensable.»

2(Roland Barthes)
Bibliografía:Georges Mounin «Saussure, presentación y textos.» Ed. Anagrama. Barcel. 1969.
1 Simon Bouquet, Roudolf Engler «Saussure: escritos sobre Lingüística general» Ed. Gedisa. Madrid 2004.

Ricardo Velilla «Saussure y Chomsky, introducción a su lingüística». Ed. Cincel. Madrid 1974.

F. d. Saussure «Curso de Lingüística General» Ed. Akal, traducción de Mauro Armiño, Madrid 2006 (3ª ed, castellana).

2 R. Barthes «El susurro del lenguaje» Ed. Paidós, Madrid 1987.

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